Abogadas chilenas revelan su fórmula para emprender

La historia de negocios de estas profesionales no es muy distinta a la realidad que viven otros emprendedores. Con más ganas que presupuesto, horarios extenuantes, mucho esfuerzo y algo adicional: lidiar con algunos prejuicios y vivir con la constante necesidad de tener que demostrar sus capacidades y conocimientos. Y es que en este punto coincide la mayoría: el liderazgo femenino no siempre se aprecia o celebra como el de sus pares hombres. Pero más allá de las dificultades, su energía se concentra en desarrollar proyectos que realmente marquen una diferencia en materia de servicios legales. ¿De qué manera? Es lo que cuentan a continuación las socias fundadoras de cinco firmas legales.

Eelaw: "Veo un futuro competitivo, pero muy interesante"

La historia de abogadas fundadoras de estudios legales especializados en temas de medioambiente no es para nada abundante. Paulina Riquelme estaba consciente de ello, pero también tenía la necesidad de adecuar su intenso ritmo de trabajo en un estudio tradicional para dedicar más tiempo a sus hijos. "En ese momento (2008) surgieron oportunidades de asesoría que podía asumir desde la casa, pero luego, los requerimientos fueron creciendo en número y complejidad, y esto implicó tomar la decisión de formar un equipo".
Riquelme destaca que para llegar a esta determinación fue clave la experiencia adquirida tras realizar una pasantía en un estudio jurídico en Phoenix, Estados Unidos, que le sirvió de inspiración respecto a la diversidad y complejidad de áreas que la práctica del derecho ambiental debe incluir.
¿La mayor dificultad de emprender? Asegura, en retrospectiva, es el desgaste de estar permanentemente "sujeta a evaluación y comparaciones" con sus pares abogados. De ahí que un pilar del estudio (donde trabajan 24 personas) es promover la diversidad y equidad de género en los equipos como un aspecto irrenunciable, pues "también genera una riqueza sobresaliente en el trabajo y el análisis legal", enfatiza.
Sobre el futuro, la reconocida especialista ve un ambiente competitivo intenso, "pero muy interesante". "Creo que la industria legal irá avanzando también en ofrecer servicios legales ambientales más sofisticados, lo cual es posible contando con equipos diversos, como el que tenemos", destaca.

Bitlaw: "El estudio jurídico exitoso en tecnologías
va a ser el que sepa integrar a nuevas generaciones"

En medio de la avalancha de nuevos estudios, el de Bitlaw ha sido un lanzamiento aplaudido y comentado.
Y es que atreverse a emprender en pandemia y en un área como la tecnología y datos personales, donde grandes y reconocidos bufetes tienen la hegemonía, es al menos un gesto valiente.
Sin embargo, la trayectoria de una década trabajando en Carey, animó a Paulina Silva y Javiera Sepúlveda como socias, y a María José Díaz como asociada, a salir del molde y apostar por su propio camino.
"Uno de los motores de nuestra decisión fue el convencimiento de que nuestra ventaja es conocer muy bien el mercado de los servicios legales de tecnologías", mencionan, y añaden que justamente la oportunidad está en que estas materias de especialidad no están lo suficientemente desarrolladas en el país.
El equipo de Bitlaw también aterriza sus expectativas, asegurando estar conscientes de los desafíos que tienen por delante; pero, por otro lado, confían en sus conocimientos y expertise, y buscan posicionarse con su marca como una plataforma flexible, que "combine bien nuestra experiencia con la frescura e interés de jóvenes talentos".
Con respecto a este último punto, están convencidas de que el estudio jurídico exitoso en tecnologías "va a ser el que sepa integrar generosamente a estas nuevas generaciones, mantenga estándares de calidad y sofisticación altos, sin caer en la autocomplacencia".

Sarmiento & Walker:
"Vemos con mucho orgullo lo que hemos construido"

"Apostar por el emprendimiento significó un gran esfuerzo y convicción por parte nuestra", coinciden Elisa Walker y Claudia Sarmiento (en la foto), socias de Sarmiento & Walker. Aunque confiaban en sus capacidades y trayectoria, prácticamente desconocían la profesión en el ámbito privado. Además, ambas habían hecho una carrera jurídica poco convencional (una mezcla entre derechos humanos, propiedad intelectual, género y derecho público), por lo que arribar a un estudio tradicional tampoco era una opción viable.
Mirando hacia atrás ven "con mucho orgullo lo construido en estos tres años y la valentía de dar ese primer paso". "En especial valoramos las causas en las que hemos trabajado y que han marcado jurisprudencia, como los casos de reconocimiento de doble maternidad que hemos llevado al TC y a los tribunales de familia", destacan.Dicen que las dificultades de la pandemia solo les ha confirmado que emprender fue la decisión correcta. "Tenemos una forma de trabajar con una estructura liviana y trato directo con los clientes que se han adaptado con mucha eficiencia a las cuarentenas. Creemos que esta estructura es armónica con los nuevos tiempos y un estilo que llegó para quedarse". También destacan la paridad e igualdad como eje, sumando a su equipo "distintas formaciones académicas y visiones que les permita hacer diagnósticos más certeros". Un ejemplo, señalan, es la reciente incorporación como socio del abogado William García, especialista en derecho administrativo con quien buscan sumar temas de derecho público y constitucional.

Hiriart, Maddaleno & Esguep Abogadas:
"Es bueno que el monopolio de las grandes firmas se vaya disolviendo"

Su especialidad es el derecho de familia, un territorio que las abogadas dominan desde hace años, pero aun así abrirse espacio en la competencia y crear su historia de emprendimiento tiene sus complejidades.
María Piedad Esguep, Dominique Hiriart y Paulina Maddaleno (en la foto), decidieron hace cuatro años crear su oficina motivadas por una historia familiar común, con madres empoderadas y autosuficientes, y por otro lado, buscando ser dueñas de su propio tiempo.
"Las mayores dificultades para sacar adelante este proyecto ha sido partir de cero, no estar abaladas por un estudio de renombre que nos respaldara, capacitara y que nos diera instrucciones de qué hacer en cada caso. El tener que ir haciéndonos un nombre de a poco y con mucho esfuerzo", comentan.
Creen que el renovado boom de estudios legales tiene que ver con esa búsqueda de construir un camino guiado por determinados valores y formas de ver la vida, de ahí que no les sorprende que ésta sea la vía que estén eligiendo muchos jóvenes en la actualidad.
"Nos alegramos que el monopolio de las grandes firmas se vaya disolviendo (...) Por años nos enseñaron que lo mejor era trabajar en grandes firmas, pero a muchos nos pasó que nos cansamos de obedecer órdenes con las que no nos sentíamos cómodos".
Sobre el futuro, aseguran que su desafío es crecer en el área dedicada a los acuerdos y la mediación familiar. "La industria demanda con urgencia profesionales capacitados para trabajar con las familias por la vía de los acuerdos", sentencian.

A&G Abogados, Valdivia: "Hay que humanizar la profesión"

Apenas se titularon en la Universidad San Sebastián de Valdivia y ya advertían que lo suyo era el camino de la independencia. Karla Gubernatis y Fernanda Alveal, ambas de 33 años (en la foto), cuentan que siempre tuvieron la inquietud de hacer algo propio. Así fue como en 2018 se lanzaron con A&G Abogados, una firma de asesoría legal orientada a la gestión inmobiliaria derivada de las compras, ventas y arriendos de propiedades.
Fueron meses de estudiar la industria. Se dieron cuenta de que no querían un estudio tradicional. "Siempre hemos encontrado que hay que humanizar la profesión; al abogado se lo ve como lejano y hasta empaquetado. No somos así y queríamos algo más cercano, pero con igual profesionalismo".
Al comienzo acudieron a familiares y conocidos para contactar clientes; luego vino el de boca en boca y, en un abrir y cerrar de ojos, llegó la pandemia. Esto frenó el crecimiento de la firma y las llevó a buscar un trabajo que les permitiera contar con ingresos fijos. Aun así no bajan los brazos. Dicen que su proyecto sigue vivo y a futuro quieren fortalecer el área de derecho de familia, al que fueron derivando con el tiempo. "Nos pedían mucha asesoría vinculada a los bienes involucrados en divorcios y herencias. Ahí nos dimos cuenta de que hay una necesidad de contar con un apoyo más integral a las familias. Nuestro sueño es crear un centro donde sumemos educación y apoyo psicológico. Eso sí haría la diferencia en un lugar como Valdivia, donde las familias tal vez ven lejano este tipo de apoyo".